Análisis de datos

En Guatemala, desde su origen, la cárcel ha tenido una función de control social derivado de la herencia occidental. La investigación sobre el uso de las cárceles en el país sigue siendo una tarea pendiente para la comprensión del fenómeno y las implicaciones en el uso desproporcionado del poder penal para la sociedad.

La función carcelaria ha tenido, históricamente, como objetivo aislar a las personas consideradas como “peligrosas”, en el inconsciente colectivo es el mecanismo correcto que se debe utilizar para encerrar socialmente a las personas que entran en conflicto con la comunidad. Por lo que el sistema de justicia penal tiende a satisfacer estas demandas sociales con el uso de la cárcel y no para garantizar los derechos fundamentales de las personas y limitar el poder penal.

Las personas privadas de libertad se encuentran distribuidas en 22 centros a cargo de la Dirección General del Sistema Penitenciario. La población penitenciaria al 2020 asciende a 25,746 personas de las cuales el 89% son hombres y el 11% mujeres.

La distribución de hombres privados de libertad, en los centros a cargo de la Dirección General del Sistema Penitenciario del departamento de Guatemala, tienen la mayor concentración de población en prisión. El Centro de detención preventiva para hombres zona 18 ocupa un18%, seguido de la Granja Modelo de Rehabilitación Pavón Fraijanes con 16% y la Granja Modelo de Rehabilitación Canadá con 13%. En su conjunto mantienen el 47% de las personas privadas de libertad.

La situación de los centros para mujeres, que representan el 11% del total de la población penitenciaria, están concentradas de forma mayoritaria en el Centro preventivo para mujeres, Santa Teresa, con 53% del total.

Tabla: Total de población penitenciaria por centro